Castillo de Gravensteen en Gante

De primeras debo reconocer que es normal que los ganteses estén tan orgullosos de su castillo; y es que por mucho que lo piense creo que se me hace difícil encontrar un castillo de similares características que se encuentre inmerso dentro de la ciudad cómo es este caso, porque castillos hay muchos, ¿pero dónde lo encontramos tan perfectamente restaurado e integrado en el casco urbano?

Si algo tiene esta ciudad que encanta es un casco histórico muy pequeñito, tanto, que uno encuentra a escasa distancia todas las atracciones turísticas imprescindibles. Así que el castillo, al estar ubicado en el centro de la ciudad, es de un fácil y cómodo acceso a pie desde cualquier punto donde podamos encontrarnos.

Como en mi caso estábamos disfrutando de la navidad en Gante tuvimos que esperar hasta el sábado 2 de enero para poder visitarlo por dentro, ya que por fuera la verdad es que aunque sí que te gusta porque la imagen que da de fortaleza está bastante bien restaurada, pues no hace justicia a su interior, que sin duda sorprende un montón.
Antes de pasar a hablar de la visita por dentro tengo que decir que justo en la parte izquierda de la entrada al castillo han colocado una tela de araña metálica que aparte de no pegar para nada con el castillo en sí, resulta bastante poco atractiva pegada a semejante monumento. A mí al menos no me gustó para nada y por mucho que comenten que quieren dar cuenta de cómo es una ciudad que aún viviendo con tanta presencia del pasado es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos pues no me convenció en absoluto.

La visita al castillo no es gratuita, nos costó 8€, yo creo que aún con precio del 2009, y para nuestra sorpresa a pesar de lo que habíamos leído por internet no nos entregaron ninguna guía ni audio guía ni folleto ni nada para completar la visita. Simplemente nos dijeron que siguiéramos los paneles que hay colocados por todo el recinto con un número secuencial y listo. De hecho, cuando yo insistí en preguntar si había algún tipo de audioguía creo que hasta llegué a molestar en alguna medida a la chica que nos vendió los tickets de entrada.
La verdad es que la entrada me resultó cara, es cierto que el castillo merece la pena pero creo que 8€ para no contar siquiera con ningún tipo de información adicional es bastante caro, así que entiendo que la visita dependerá del presupuesto de cada uno.

Por dentro, el castillo aparece bastante restaurado en muchas de sus partes, aunque por ejemplo, todavía se estaban llevando a cabo los arreglos de la muralla justo frente a la entrada principal de la torre del homenaje.
La visita se realiza siguiendo un circuito bastante bien montado y que comienza visitando por un museo de instrumentos de combate como distintas lanzas, armaduras, etc. y después se asciende hasta la parte superior de la torre del homenaje, subiendo hasta la terraza del torreón desde donde se puede observar la ciudad de Gante y en especial el Muelle de Graslei; después continúa por un par de salas que forman el museo de instrumentos de tortura, que a mí me pareció macabro al 100% y desde luego creo que sería una visita prescindible; y finaliza pasando por unas salas que sorprenden por su abovedado gótico.
Un elemento repetido a lo largo de toda la visita son las amplias chimeneas en todas las salas por las que vas pasando. La verdad es que no vimos ningún elemento calefactor a lo largo de nuestra visita pero nos sorprendió bastante que la temperatura en el interior fuera tan agradable, ya que podías prescindir tanto del gorro como de los guantes (teniendo en cuenta que en el exterior la temperatura era de 0º).


A mí las salas que más me gustaron fueron justamente las últimas que visitamos, una de ellas a nivel de suelo y las otras por debajo, que debía servir para algún tipo de almacenaje y donde además se veía agua que seguramente comunicaba con el canal anexo al castillo. Estas salas eran abovedas, y una de ellas, la que estaba a nivel de suelo, además contaba con una chimenea central de un tamaño yo creo que algo superior a las del resto del castillo. He subido fotos de ellas por considerarlas de lo más espectacular de la construcción.

En general, me sorprendió bastante el recorrido porque tras visitar lo que sería el interior de la torre del homenaje, el recorrido continúa por la parte de la muralla permitiéndote observar la construcción en su totalidad, y lo cierto es que desde fuera no tienes ni idea de cómo es en realidad la torre ya que las altas murallas se puede decir que la ocultan bastante bien. 
Creo recordar que en la muralla había algo así como 24 puestos de vigilancia, o pequeñas torres, así que esto creo que da una pista sobre las dimensiones del perímetro del castillo para estar situado dentro de la ciudad.
Tengo que destacar también la curiosa forma de los cristales de los ventanales, ya que desde lejos parecían culos de botellas dispuestos regularmente y en tonos verdosos y amarillentos.

Es una visita de las que te indican como imprescindibles, y la verdad es que sí que está muy bien montado el itinerario por entro y la reconstrucción se ha hecho con mucho mimo, así que coincido en que a ser posible nadie debería pasar por Gante sin visitar el interior.

Sin embargo, también debo avisar de que la visita sin ningún tipo de información a la que poder recurrir pierde algo de encanto porque pasas por muchos lugares de los que te falta que te cuenten alguna historia o algo así, para qué sirvió, qué fué, etc. 

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