Cuando decidimos pasar las vacaciones recorriendo Escocia, no imaginábamos que ya simplemente preparar el viaje sería una aventura en sí mismo, empaparnos de los lugares que más nos interesaba visitar, descartar otros con pena porque a todo no se puede llegar, descubrir rincones que ni siquiera habíamos pensado en principio que existirían...
Así, finalmente decidimos, que nuestro viaje por tierras escocesas, tendría las siguientes etapas:
1. Bilbao - Edimburgo - Stirling
2. Stirling - Dunblane - Dunning - Dunkeld - Pitlochry - Stonehaven - Elgin
3. Elgin - Forres - Nairn - Inverness - Drumnadrochit - Urquhart - Glen Affric - Fort Augustus - Cataratas de Foyers.
4. Inverness - Ullapool - Inverness
5. Inverness - Plockton - Skye
6. Skye
7. Skye - Fort William
8. Fort William
9. Fort William - Edimburgo
10. Edimburgo
11. Edimburgo - Bilbao
Que podrían reflejarse en el siguiente mapa del país, donde hemos dejado marcado nuestro viaje:
Como desde Bilbao no existe la posibilidad de llegar en vuelo directo a Edimburgo, decidimos tomar un vuelo con Ryanair desde Santander, ya que así evitábamos enlaces innecesarios para llegar a nuestro destino, y además ahorrábamos para poder permitirnos algún capricho en cuanto a alojamiento durante nuestro viaje.
Y una vez allí, desde el primer día hasta llegar a Edimburgo, alquilamos coche con Celtic Legend, por ser la compañía más barata que encontramos, y sobre todo la que no nos exigía adelantar tarjeta de crédito, un prepago, o cualquier aspecto similar.
Escocia es un país para recorrer, hablar con sus gentes, perderse por sus bosques, montañas, lagos, y sorprenderse al encontrar focas en sus playas del norte, intentar avistar delfines desde tierra con más o menos suerte, en definitiva, disfrutar de la naturaleza y hacerlo sobre todo sin prisa.
No descartamos ni mucho menos volver porque aunque no ha estado mal, todavía queda mucha Escocia por descubrir, así que habrá que pensar en una próxima vez.
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