Hennessy en Cognac


Para poner fin a nuestro viaje por Bretaña, y ya de vuelta a casa, decidimos pasar una noche en el tranquilísimo pueblo de Cognac, que como se puede imaginar destaca sobre todo por sus viñedos y por las destilerías de este líquido tan preciado en todo el mundo.

En nuestro caso habíamos hecho una reserva por Internet para hacer una visita turística a las instalaciones de esta marca, que además consistía en una pequeña cata al final, bueno, lo de pequeña es así en todos los casos aunque la calidad de la misma dependerá de lo que cada uno esté dispuesto a pagar por la entrada.

Os cuento, hay diferentes precios para las entradas en función de la cata que queremos hacer, así, si se prueba un cognac de menos año las entradas nos costarán menos que si se prueba algo más serio. En nuestro caso, poco motivados al no encontrar el cognac como una de nuestras bebidas favoritas nos decantamos por la cata más básica, que para mí fue más que suficiente, y además tuvimos la suerte de una oferta en que la segunda entrada se quedaba a la mitad del precio habitual.

El caso es que en principio nos sentimos un poco desilusionados porque en nuestra guía habíamos leído que en las visitas te llevaban hasta las bodegas en barco por el río, pero claro, lo que no te dicen es que las bodegas se encuentran justo enfrente, así que vamos, el recorrido que hacen las embarcaciones es tan simple como pasar de un lado a otro, y después volver de nuevo al edificio donde se hace la cata, que es bastante moderno y además es donde ahora se encuentran las oficinas y los salones de cata, cursos, tienda, etc.

No me enrollaré contando los pormenores de la visita, pero sí que me parece interesante contar que es posible hacer la visita en español gracias a una guía de origen andaluz que trabaja para esta marca, y que resulta una visita completísima y muy amena, donde además eres totalmente libre para hacer todo tipo de fotografías de las instalaciones, etc.
La visita podríamos dividirla en tres partes: un museo donde se explica la historia del cognac, el proceso de destilación, cómo se crean las barricas, etc. Otra parte donde se visita parte de la bodega y siguen contándonos cosas sobre la elaboración del cognac, y una última que consiste en la cata propiamente dicha.
Algo que me gustó especialmente fue poder observar la reproducción de los 4 terrenos donde actualmente tienen las vides, y por supuesto poder disfrutar de las barricas del cognac dispuestas en filas y por lotes con la fecha impresa en las mismas. La verdad es que me encantó ver que había barricas de mi año de nacimiento e incluso anteriores, por no hablar de la colección privada de los mejores aguardientes, por supuesto.

Quizá lo que menos me gustó fue el modo en el que se hace la cata, ya que tiene lugar al final de la visita directamente en la tienda, bueno, es una tienda tamaño maxi donde en la parte del fondo tienen una barra estilo bar muy moderno donde cuando llegas de visitar la bodega ya están colocadas las copas con la medida de la cata, que evidentemente es pequeña. Eso sí, en nuestro caso por ejemplo, pudimos elegir entre tónica y una especie de seven up para probar lo que sería un combinado, eso sí, después de catar en seco el cognac, por supuesto.

¿Una curiosidad?... pues que por allí, a diferencia de la imagen que podemos tener sobre esta bebida en la que seguro que imaginamos a padres y abuelos casi con un purito en la mano, pues el cognac es una bebida muy extendida entre la gente joven, tanto, que acostumbran a tomarla en cócteles y combinados habitualmente.

¿Una visita recomendada? Pues por supuesto que sí, a mí me pareció muy interesante, aprendí un montón de cosas que desconocía sobre el cognac, y encima tuve la oportunidad de probar cómo sabe un combinado a base de cognac, aunque ya digo que en pequeña medida, claro. ¿Se puede pedir más para el último día de vacaciones?

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