La Rozell, crepería en Lorient

La Rozell es una de las creperías de Lorient que cuenta con el sello de distinción de crepería bretona que utiliza ingredientes de calidad, así que desde que vimos su referencia en la guía no dudamos en intentar localizarla para dar buena cuenta del sello.  

Estábamos alojados en un hotel a las afueras de la localidad y a pesar de que el hotel contaba con una carta estupenda para cenar, teníamos ganas de probar una buena crepe bretona para ir entrenándonos en lo que nos esperaba durante todo el viaje, así que después de descubrir esta crepería en la guía de restaurantes que cogimos en el hotel no dudamos y nos fuimos a buscarla al centro de la localidad con el gps bien puesto en el coche.

¿Qué pasó? Pues pasó que en la guía ponía que el restaurante cerraba los domingos, y como justo era domingo finalmente la descartamos y nos decantamos por intentar encontrar algún sitio donde cenar, ¿y cómo acabamos aquí? Pues fruto de la casualidad, ya que después de haber visto un par de restaurantes y no convencernos, decidimos dirigirnos de nuevo al hotel y sin embargo nos encontramos con la crepería sin esperarlo cuando pasábamos por una calle con el coche.
Así que lo que decidimos fue dar la vuelta y aparcar para ir a cenar sin pensarlo allí mismo, y así lo hicimos.

Algo a tener en cuenta en las creperías de la zonas menos turísticas de Bretaña es que normalmente los dueños son tan auténticos que sabrán más bien poco inglés y si tenemos suerte pues puede que algo de español. Sin embargo, aquí la dueña a pesar de sólo hablar francés se hizo entender perfectamente con señas y dibujitos, y nosotros hicimos lo propio dibujándole el mapita de España para poder contarle nuestra procedencia. Vamos, en lo que sería el servicio no puedo menos que darle un 10 redondo.


¿Los crepes? Pues riquísimos, además, el lugar guardaba ese ambiente de hace años, y no en vano, tenía un montón de pegatinas de algún tipo de fiesta de la localidad año tras año. A destacar el crepe de chocolate de postre, no sólo riquísimo, sino que además nos dejó tremendamente satisfechos.
¿La bebida? Pues como no podía ser de otra forma, una pequeña jarrita de sidra para ambos, ya que después teníamos que coger el coche, pero bueno, también a destacar lo rica que estaba y lo bien que nos sentó.

Y por último, en cuanto al precio tengo que decir que aproximadamente pagamos algo menos de 25 euros, lo cual está muy bien teniendo en cuenta que fueron dos crepes para cada uno (uno salado y uno dulce), además de la sidra.

Desde mi punto de vista es un lugar más que recomendable para cenar en Lorient, eso sí, mejor antes de las 21h porque ya se sabe que por allí la costumbre es cenar bastante pronto, más o menos a partir de las 19h.