Beret - Montgarri - Beret

Tras haber pasado varias veces por el Valle de Arán en los últimos años, por fin en el verano de 2012 puedo decir que hice una ruta de esas que marcan, así que tras mi paso en julio de nuevo por aquí me volví encantada con el hotel, el paisaje, la caminata, y por supuesto la compañía. 

El paseo es muy fácil y aunque no está señalizado, la verdad es que no tiene pérdida posible al ir por pista, por un lado bajas y por el otro subes para hacerla circular tras pasar un par de horas muy agradables en plena naturaleza.
El punto de partida, además, te permite acercarte con el coche hasta arriba, ya que hay un gran párking a mano izquierda cerca de donde están los remontes, que identificaréis por una caseta azul, y a partir de ahí siguiendo la pista no habrá problemas. De hecho, la única pega que yo encontré fue que durante el paseo puedes encontrarte con vacas o caballos y si no eres muy amigo de caminar entre ellos puede haber algún rato que acabes un poco nervioso.

La bajada es muy agradable, pero todo lo que bajas hay que tener en cuenta que lo tendrás que subir después así que mi consejo es bajar por este lado y hacer la ruta circular, ya que por el otro lado la pendiente es más suave y sin duda hará el paseo más agradable. Otra posibilidad al llegar a Montgarri puede ser volver por donde bajamos, pero ya digo que aquí será más pesada la pendiente al subir por el lado contrario.
Toda la ruta resulta muy interesante desde el punto de vista del paisaje, ya que pasas entre una zona de árboles que te protege del sol, luego junto a un par de refugios que cuando coincidió nuestra marcha estaban en obras, y por último por una especie de granja donde no encontramos el mejor olor del mundo, pero lo pasamos bastante rápido.
Eso sí, la parte más bonita es sin duda cuando ya divisas a lo lejos el santuario de Montgarri y el albergue que encontraréis allí, de hecho, es una pasada ver cómo pasa el río por delante y las campas tan verdes y tan perfectas justo antes de comenzar a bajar. Y luego, hasta que no llegas a la última parte no verás de nuevo el pico del santuario, así que es toda una visión esta última parte.


Lo que más me gustó fue que es una ruta fácil, que no exige un gran esfuerzo y que disfrutas como si se tratara de un paseo ya que puedes ir charlando tranquilamente. De hecho, me parece una excursión más que recomendable incluso para ir con niños, ya que tampoco el camino me pareció que tuviera peligro por precipios o similar.
Hay que tener en cuenta además, que abajo la temperatura en verano puede ser bastante alta, y así como al comienzo seguramente te pongas una sudadera o un cortavientos, en nada te sobrará, y una vez junto al río incluso te quedes en manga corta.
El punto más negativo fue que no encontramos ninguna fuente abajo en el refugio a pesar de que sí que teníamos marcado que había una, quizá fuera error nuestro, pero bueno, por si acaso que no se os pase llevar agua o algún refresco para el camino.
Y un punto muy positivo fue encontrar aseos públicos de estos de tipo feria pero perfectamente limpios muy cerca de Montgarri, de manera que no es necesario acudir al albergue.

Por otra parte, comentar que algo que me pareció vergonzoso pero más por la gente que se acerca a hacer la ruta que por la ruta en sí es que no seamos capaces de caminar unos pocos kilómetros y nos metamos con el coche o las motos levantando polvo y perturbando la tranquilidad del lugar con el ruido de motores. ¿Es que no somos capaces de disfrutar de verdad de la naturaleza en estado puro? Si hacéis esta ruta, preparaos, porque resulta que durante toda la pista de subida habrá que apartarse para dejar pasar a los múltiples vehículos que llegarán hasta el final de la misma.
¿Para repetir? pues sin ninguna duda, sí, he leído en algún blog que en invierno hay motos de nieve preparadas para hacer el recorrido, así que quién sabe...

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