Esta iglesia viene señalada en todos los mapas de la región por contener unas pinturas únicas en su interior, que además están perfectamente restauradas, o al menos eso nos pareció a nosotros tras nuestra visita.
Localizar la iglesia es sencillo, ya que según nos aproximamos en coche desde Vielha hacia Artíes el campanario aparece a mano derecha, con una arquitectura inconfundible frente a las iglesias de los pueblos de alrededor; y por otra parte, incluso durante la noche la iluminación del mismo hace que sepamos que nos encontramos ya a la entrada del pueblo antes de ver siquiera los carteles que lo anuncian.
Una vez en Artíes, no es tampoco difícil localizarla, aunque aquí uno debe guiarse por su propio sentido de la orientación, ya que no existen indicaciones del lugar exacto donde se encuentra para llegar hasta ella. Un consejo fácil puede ser ir hacia el centro del pueblo, que está marcado por la escultura de una vaca de hojalata rodeada de unos maceteros muy originales en forma de tronco de árbol; aparcar el coche en la plazoleta donde está la vaca o alrededores; y dirigirse hacia la derecha cruzando el puente estrecho que queda cerca de la plazoleta.
Por fuera la imagen que ofrece la iglesia es la de una construcción en piedra, y sobre todo en la zona del pórtico de entrada veremos cómo aparecen algo inclinadas seguramente por el peso que llevan soportando todo este tiempo. La única parte restaurada de esta iglesia está precisamente en el altar, donde se ha colocado piedra nueva para reconstruir toda la zona semicircular del mismo. El campanario también aparecía bastante destrozadillo, y eso que es de los campanarios más elaborados que vimos por allí en las iglesias, ya que este tenía ventanas abiertas con arcos de medio punto en lugar de tratarse del típico campanario cerrado.
Una vez en el interior, y siempre bajo la influencia de saber que se trata de una iglesia bastante humilde me llamó la atención el uso de la madera en toda la zona de atrás que formaba el coro, y también la madera como sustento de pequeñas columnas que había dispuestas lateralmente por la nave de la iglesia.
Lo más destacable del interior, como he nombrado al principio, son las pinturas que se encuentran en la zona del crucero, y también en parte del altar; pero sobre todo las del crucero. En estas pinturas se puede ver una cabeza de dragón en cuya boca se van introduciendo hombres, y también hay perfectamente representado un caldero que asemeja al infierno y en cuyo interior se van también cayendo hombres (esta escena suele ser típica y ya la vi en cierto modo en la ruta de las iglesias de la Cuadrilla de Salvatierra en Álava, y también en la catedral del municipio de Albi localizado en Francia).
La verdad es que impresiona el intenso color que les han dado a las pinturas en la restauración, y es que parecían recién pintadas, de hecho, puedo recordar de forma perfectamente nítida la cabeza del dragón y el azul intenso que se había elegido para colorearla.
Para no desmerecer las pinturas del altar diré que en esta ocasión las pinturas hacen referencia a lo que podría ser a Jesucristo y los apóstoles, aunque esto sería arriesgarme demasiado porque apenas se pueden ver tres o cuatro figuras pintadas y no por completo.
En cuanto al resto de la iglesia pues no hay muchos elementos que destacar aparte del coro que he nombrado completamente lineal y en madera; aunque podría comentaros la existencia de un pequeño retablo en una minúscula nave izquierda de la iglesia, con bastantes detalles de color oro y un Jesucristo crucificado en el medio del mismo.
Además, por si la iglesia no fuera ya lo suficientemente típica, resulta que es de las que tienen el cementerio a su alrededor, en concreto por la parte trasera, lo que aún le da un aspecto mucho más especial. En este sentido además tengo que decir que esta zona estaba en obras, y estaban preparando una entrada cerrada y un muro de separación de lo que sería el propio cementerio con respecto a la iglesia, de manera que supongo que a corto plazo cerrarán esta zona para que la gente no acceda al cementerio como parte de la iglesia en sí.
Frente al pórtico de entrada además, podemos ver los restos de una torre de donde antes se sitúo un castillo, aunque me pareció que estaba algo descuidado, y eso que podrían sacarle mucho provecho como mirador sobre el pueblo.
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