En nuestro caso, teníamos cierta curiosidad por visitar un lugar tan interesante, sobre todo por el tamaño de la construcción ya que el dolmen es el más grande de Francia, y más allá, por lo que se supone que es la gracieta del lugar, esa superstición para las parejas de si la relación será duradera o no.
¿Superstición? Pues sí, y es que según cuentan, lo suyo es ponerse cada uno a un lado y comenzar a contar cada piedra hasta llegar al lado contrario del que salió la otra persona. Si una vez terminado, ambos coinciden, querrá decir que la relación entre los dos será muy duradera, y si por el contrario no se coincide pues la cosa no será para siempre.
La verdad es que pasamos un buen ratillo con la tontería de contar las piedras, y bueno, una vez hecha la broma, nada mejor que volver a echar un vistazo pero con más calma a semejante construcción. Además, muy cerca hay un pequeño centro de interpretación donde se puede obtener información sobre la zona, y cabe destacar que la visita es totalmente gratuita, algo que sin duda te sorprende, acostumbrados a aflojar el bolsillo con cada visita.
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